El presidente de la European Cancer Prevention Organization visitó el Instituto Oncológico FALP y entregó claves para evitar el desarrollo de la enfermedad.

En Chile en 2017, de acuerdo a datos del Ministerio de Salud, aproximadamente 35.000 personas recibirán un diagnóstico de cáncer. Además de los problemas físicos y el sufrimiento emocional que causa la enfermedad, los altos costos de la atención también representan una carga para los pacientes, sus familias y el sistema de salud.

El Dr. Jaak Janssens , Jefe del Departamento de Oncología del Limburg Oncological Center, Hospital Salvador de Hasselt y docente de las Universidades de Hasselt y Maastricht (Bélgica), visitó el Instituto Oncológico FALP e instó a prevenir los factores de riesgo como la obesidad, el tabaquismo, el consumo de alcohol, el sedentarismo y la exposición a contaminantes.

Según Janssens la prevención del cáncer es muy compleja, ya que “a las personas no les gusta que los gobiernos les obliguen a tomar medidas como dejar de fumar cigarrillos. La gente lo hace por trastornos como ansiedad o por estatus social y finalmente no se cuidan”.

“Prácticamente todos los tipos de cáncer, desde 1900 hasta nuestros días han ido a la baja y es por ello que es muy importante modificar nuestros hábitos cotidianos, porque es posible prevenir los cánceres que no tienen que ver con la genética, sino que con el estilo de vida que llevamos”, agrega.

Para el especialista, tener una vida equilibrada evitando el consumo de tabaco, reduciendo los azúcares, sal, alcohol e incluso sedentarismo es clave “para reducir la probabilidad de enfermarse, debido a que los factores externos son los que podemos evitar, porque si llevamos un estilo de vida poco saludable, más los genéticos, una persona cuenta con altas probabilidades de contraer cáncer”.

Además el Dr. Janssens visitó el Instituto Oncológico FALP para presentar Spirotome, una gama de agujas de biopsia de tejidos blandos y órganos basados en una técnica de doble rotación recientemente desarrollada. Una hélice de corte se gira sobre el área enferma para localizar y fijar la muestra. A continuación, se gira una cánula de corte sobre la hélice para liberar la muestra. La hélice se retira para recolectar el tejido y el procedimiento se puede terminar o repetir tantas veces como sea necesario.

La técnica se puede aplicar en diversas aplicaciones en el campo de la oncología, radiología, cirugía, neurología, dermatología, ginecología, etc.

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