Melanoma: La importancia de poner atención a los cambios en la piel

El autoexamen cutáneo es clave en la detección a tiempo de la enfermedad y un mejor pronóstico. Para prevenir, se debe seguir utilizando crema protectora todo el año y evitar el uso del solárium en reemplazo del sol.

Dr. Álvaro Pantoja, jefe del Equipo de Dermato-oncología del Instituto Oncológico FALP.

Cuando comienzan los días más fríos y el horario de invierno, preocupaciones como los daños de la radiación ultravioleta, el uso de protector solar o el cáncer de piel se guardan junto con el traje de baño hasta el verano siguiente. Pero estos son temas a los que se debería poner atención todo el año.

En mayo se conmemora el Día Mundial del Melanoma, el más agresivo de los cánceres que afectan a la piel, que se genera por un efecto dañino acumulativo producido por la radiación UV. La fecha, establecida para crear conciencia en torno a esta enfermedad, cobra mayor importancia debido al aumento que ha experimentado este tipo de tumores.

“Algunos han catalogado al melanoma como una verdadera epidemia, en términos de que sigue creciendo en todos los países, excepto en Australia, donde se han realizado fuertes campañas de protección solar”, comenta el Dr. Álvaro Pantoja, jefe del Equipo de Dermato-oncología del Instituto Oncológico FALP. 

Según explica, la pérdida de capa de ozono, la sobreexposición al sol por periodos prolongados en que no se conocía la relación causal entre radiación UV y cáncer, y el aumento en la expectativa de vida —ya que a más edad aumenta el riesgo— serían las principales causas del incremento en el número de estos tumores.

El especialista FALP comenta que en el mundo no sólo han aumentado los casos de melanoma; también la mortalidad, debido a que suele diagnosticarse en una etapa avanzada, lo que determina el pronóstico. “Detectado en estadio I, cuando es una enfermedad totalmente localizada, tiene una sobrevida fantástica, de 98% a 5 años. Pero, a pesar de tratarse de una lesión pigmentada que está en la piel y a la vista de todo el mundo, ocurre que su aparición no se percibe oportunamente, ya sea por falta de información o porque los pacientes no están atentos. En general, la gente no sabe distinguir cuándo un lunar debe ser controlado oportunamente”, afirma.
Por eso, dice el Dr. Pantoja, se insiste en que las personas se realicen rutinaria y periódicamente un autoexamen cutáneo y sepan de qué sospechar para poder consultar a .tiempo (ver recuadros).

Sin embargo, principalmente en épocas más invernales, a la sobreexposición al sol se suma otro riesgo: el solárium. “Si bien la radiación UVB es la que produce más cáncer de piel, se ha visto que las dosis incrementadas de radiación UVA —que emiten las cabinas solares— también originan estos tumores, además de un fenómeno de envejecimiento cutáneo muy marcado. Muchos creen que no están tomando sol porque no están en la playa, pero uno acumula radiación UV en forma ordinaria, por el hecho de salir a la calle y trasladarse de un lugar a otro. Sumar a eso las camas solares es una irresponsabilidad muy grande. Actualmente existen estupendos autobronceantes, entonces ir al solárium es una actitud bastante arriesgada, de mucha desinformación y desidia por la propia salud”.

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