“En FALP mi radioterapia fue mucho menos invasiva”

Meses después de abandonar su radioterapia debido a los fuertes efectos secundarios que le producían, Gerardo Leiva decidió acudir a FALP. Esta vez, utilizando tecnología de punta, fue posible reiniciar y completar su tratamiento para el cáncer de orofaringe.

Cuando Gerardo Leiva supo que esta entrevista llevaría una foto suya, bromeó: “Voy a ir con mi hermana, que es maquilladora profesional”. Es cierto que Cecilia es maquilladora y efectivamente lo acompañó, pero no como su asesora de imagen, sino porque así ha sido desde que a Gerardo le diagnosticaron cáncer de orofaringe hace un año. Ya sea pidiendo sus horas, trasladándolo, yendo con él a su tratamiento o cocinándole, sus dos hermanas, su sobrino y cuatro sobrinas lo han apoyado en todo el proceso.

En plena pandemia, Gerardo sintió molestias en sus oídos; poco después se sumó un dolor de garganta que atribuyó a un resfrío. Cecilia empezó a notar que, además, se atoraba al comer. Cuando hubo más condiciones para ir al médico, consultó con un otorrino. Y luego con otro para una segunda opinión, el que le pidió una biopsia. Confirmado el tumor maligno, lo que venía era un tratamiento de quimio y radioterapia, el que inició en un centro de salud de Santiago.

“Al inicio, en la otra institución, me advirtieron que tendría inapetencia, pero a las dos semanas yo había bajado 20 kilos porque ya no tomaba ni agua. Estaba en un estado tan deteriorado que dije ‘no sigo más’ y lo abandoné”, recuerda.

Gerardo se tomó unos meses para recuperar fuerzas y durante un viaje a Perú, cuando comenzó a sentir dolores nuevamente, decidió que era hora de retomar su tratamiento. Esta vez, con el consejo de su familia, consultó en FALP.

El Dr. Pablo González, oncólogo radioterapeuta tratante de Gerardo, cuenta que él “había seguido con tratamiento paliativo para manejar los síntomas, sin posibilidad de curar la enfermedad. No obstante, cuando vino a FALP lo reevaluamos y se evidenció que su tumor había crecido, pero no había metástasis a distancia. Por lo tanto, le ofrecimos recomenzar el tratamiento en marzo, ahora con alta tecnología, específicamente con el equipo Halcyon, e intentar finalizarlo sin interrupciones. Y así fue. Hoy presenta respuesta completa, sin evidencias de tumor residual. Naturalmente requiere continuar con controles periódicos, pero es una muy buena noticia que hayamos podido, utilizando esta tecnología nueva, reiniciar su terapia, minimizar los efectos colaterales y completarla con éxito”.

Gerardo notó las diferencias: “La radioterapia fue mucho menos invasiva, la máscara que usaba durante el tratamiento era más anatómica, no me molestaba, podía respirar; todas las sesiones fueron muy tranquilas, cada una duraba solo 10 minutos, se pasaba rapidísimo. Y a eso se suman la calidad profesional, la cercanía con los pacientes y lo a atados que están como equipo”. Cecilia agrega que “aquí encuentras comunicación, te sientes acogido y bien tratado en un momento que es difícil”.

Ahora Gerardo, que siempre ha hecho deporte -primero basquetbol y luego yendo regularmente al gimnasio y la piscina- hace planes para retomar la actividad física y celebrar su cumpleaños 75 el próximo mes. “Creo que ha pasado lo peor; estoy tratando de hacer mi vida lo más normal posible. Esto es lento, pero voy para arriba. Lo importante es que tengo paciencia y tengo el apoyo, que ha sido fundamental. Haber venido a FALP fue la mejor decisión”.

Radioterapia avanzada: más precisión, menos efectos secundarios.

Dr. Pablo González Mella, Subdirector Médico de Radioterapia Oncológica de FALP.

“A diferencia de la radioterapia convencional, la radioterapia avanzada con modulación de intensidad emite radiación sobre el tumor respetando al máximo los tejidos sanos que lo rodean. Esta precisión permite incrementar las dosis de radiación minimizando los efectos secundarios. En el Centro de Radioterapia Avanzada de FALP hemos apostado por instalar la tecnología más avanzada del mundo y crecer en nuestra capacidad de atención. Halcyon, en particular, es un sistema de radioterapia de intensidad modulada volumétrica guiada por imágenes silencioso, de movimientos suaves, espacioso y con fácil acceso, que minimiza la sensación de claustrofobia y capaz de reducir a la mitad los tiempos de administración del tratamiento”.

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