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El aumento del cáncer de garganta entre pacientes jóvenes
Es importante consultar cuando hay síntomas persistentes que no ceden a los tratamientos habituales.
Los cánceres de cabeza y cuello son un conjunto de tumores que afectan a diferentes subsitios anatómicos de la vía aerodigestiva superior. Se trata de patologías en su mayoría prevenibles, puesto que sus principales factores de riesgo son el tabaco, el alcohol y, cada vez en mayor medida, la infección por Virus Papiloma Humano.
“Se ha visto un preocupante aumento de los cánceres de orofaringe, que es la parte de atrás de la garganta e incluye la base de la lengua y las amígdalas. Este incremento está muy relacionado con un número cada vez más alto de casos asociados al VPH”, explica el Dr. Matías Lavín, cirujano de cabeza y cuello del Instituto Oncológico FALP.
La preponderancia alcanzada como factor de riesgo por el VPH -virus muy común en la población, de transmisión sexual y más conocido por causar cáncer cervicouterino- ha hecho que, además, cambie la edad de presentación de los cánceres de orofaringe.
“La edad habitual para el diagnóstico de este cáncer era alrededor de los 50 a 55 años. Ahora estamos viendo pacientes desde los 30 años con el VPH como único factor de riesgo, que no han sido fumadores o han consumido muy moderadamente alcohol”, comenta el especialista.
De esta manera, la vacuna contra el VPH se suma como una herramienta más en la prevención a los llamados a evitar o limitar el consumo de tabaco y alcohol. “Si bien la vacuna se recomienda principalmente en la edad infantil -antes de exponerse al virus-, hoy se está viendo en las guías internacionales que tiene beneficios en pacientes adultos para evitar posibles nuevos contagios con cepas distintas, más agresivas”, afirma.
SEÑALES
Los síntomas de los cánceres de cabeza y cuello van a depender del subsitio anatómico en que se presente el tumor. “En el caso de la orofaringe, mayoritariamente se presenta un dolor en la región de las amígdalas, el que puede irradiar hasta los oídos, y es persistente y no cede con tratamientos habituales”.
El error de atribuir estas señales a una amigdalitis o faringitis, dice el especialista, influye en que esta enfermedad suela diagnosticarse de forma tardía.
“Muchas veces estos pacientes tienen múltiples consultas. Probablemente al inicio el tumor no se ve bien, entonces se les receta un antibiótico o antiinflamatorio, y la persona tiende a esperar demasiado antes de ir nuevamente al médico”, dice el Dr. Lavín.
Detectar a tiempo un cáncer de cabeza y cuello puede marcar una importante diferencia en su pronóstico. Es por esto que se debe estar atento a sus señales: “Los síntomas pueden confundirse con una enfermedad infecciosa, de manera que es importante que los pacientes consulten si pasan 10 a 15 días y no han mejorado con antibióticos u otros tratamientos. En esos casos, deben acudir a un especialista”.
Los tumores de cabeza y cuello -más precisamente, de la vía aerodigestiva superior- son los que afectan a los espacios alrededor de la nariz (senos nasales), así como el interior y zona detrás de la nariz; la cavidad oral, que incluye lengua, encías, paladar, mucosa de la mejilla y glándulas salivales; la laringe y la faringe (garganta), conformada por nasofaringe, orofaringe e hipofaringe.
Principales síntomas
Los síntomas de los cánceres de cabeza y subsitio anatómico en que se desarrolla el consultar cuando persisten por más de 10 a 14 días pese a los tratamientos habituales.
Orofaringe:
- Dolor y/o aumento de volumen en la región de las amígdalas.
- Bulto en el cuello.
Cavidades nasales:
- Sangrado nasal de difícil manejo.
Laringe:
- Disfonía.
Cavidad oral:
- Úlceras en el interior de la boca.
- Lesiones blanquecinas o muy rojizas.
- Dolor asociado a estas lesiones.