Dietas “desintoxicantes”: ¿mito o realidad?

Mucho se ha hablado últimamente de las dietas detox y su supuesto efecto para limpiar el organismo de los excesos y hábitos poco saludables. ¿Son realmente efectivas? ¡Te lo contamos!

A dos meses de que comience oficialmente el verano y tal como ocurre cada año en esta época, las redes sociales, blogs y distintos medios de comunicación ya comenzaron a difundir información sobre métodos “rápidos y efectivos” para revertir las consecuencias de los malos hábitos adoptados durante el año.

En este contexto, las dietas “detox” han ganado gran popularidad, posicionándose como una alternativa que promete limpiar el organismo, sin embargo, su eficacia es un tema controvertido en el ámbito de la salud y ha estado bajo el escrutinio de los expertos.
De hecho, en julio de este año, la Universidad de Harvard lanzó una advertencia sobre los riesgos asociados a este tipo de dietas, sobre todo aquellas que son en base a batidos o jugos de frutas y verduras licuadas, por su carácter restrictivo y por no poderse comprobar su real eficacia, además de las que limitan de forma drástica las calorías o abarcan sólo un grupo de alimentos, dejando de lado otros claves para la nutrición.

¿Por qué las dietas detox no son una alternativa saludable?

Uno de los argumentos en los que se basan quienes promueven este tipo de dietas, es que ayudan a “limpiar” el organismo, eliminando toxinas. Sin embargo, la comunidad médica y científica no respalda completamente esta teoría, ya que no existe evidencia sólida que afirme que cumplen ese cometido.

Entre las razones por las que no se recomiendan las dietas desintoxicantes, están:

1. El cuerpo ya tiene sistemas naturales de desintoxicación:

El cuerpo humano está diseñado para eliminar toxinas de manera natural a través del hígado, los riñones, los pulmones, la piel y el sistema digestivo. Estos órganos trabajan de forma continua para filtrar y eliminar sustancias no deseadas. No se necesita una dieta especial para mejorar estos procesos.

2. Efectos a corto plazo:

Algunas dietas detox pueden hacer que las personas se sientan mejor a corto plazo, principalmente porque eliminan de su dieta alimentos procesados, azúcares refinados y alcohol, e incluyen más frutas, verduras y agua. Esta limpieza de malos hábitos puede dar una sensación de ligereza y energía, pero los beneficios se deben más a mejorar la calidad de la alimentación que a un proceso real de “desintoxicación”.

3. Riesgos potenciales:

Algunas dietas desintoxicantes pueden ser muy restrictivas, lo que lleva a deficiencias nutricionales, pérdida de masa muscular, fatiga o deshidratación. Los ayunos extremos, jugos en exceso o suplementos detox pueden ser peligrosos para algunas personas, especialmente aquellas con problemas de salud preexistentes.

¿Cómo alimentarnos de forma equilibrada y saludable?

Como afirma la Organización Mundial de la Salud y los expertos en nutrición FALP, las “soluciones mágicas” nunca serán recomendables, ya que además de que no aseguran beneficios a largo plazo, pueden dañar la salud.
Si existe la necesidad de mejorar la alimentación para estar y sentirse bien, la mejor recomendación es acudir a un especialista en nutrición, como nutricionista y/o nutriólogo, para elaborar un plan personalizado que se adapte a la realidad y necesidades de cada persona.
La alimentación saludable es uno de los factores determinantes en la prevención de enfermedades como el cáncer o las que afectan al sistema cardiovascular, por eso, también recuerda:

  • Alimentarte de forma equilibrada, incluyendo suficientes proteínas magras, frutas y verduras, grasas saludables, granos enteros y 2 litros de agua diaria.
  • Moderar el consumo de alimentos procesados y azúcares añadidos, como bebidas azucaradas, dulces, pastelería, aceites vegetales, embutidos y frituras.
  • Limitar el consumo de carnes rojas, ya que se ha comprobado su relación con el aumento de riesgo de desarrollar enfermedades oncológicas.
  • Comer porciones adecuadas, para mantener un peso saludable. Escucha a tu cuerpo y come hasta sentirte satisfecho, no lleno en exceso.
  • Evitar el consumo excesivo de sal, ya que puede aumentar la presión arterial. Cuando compres alimentos envasados, fíjate en la cantidad de sodio añadido y prefiere opciones más saludables y naturales.
  • Limitar el consumo de alcohol, hazlo con moderación o mejor, evítalo. El exceso de alcohol puede contribuir a un aumento de peso y otros problemas de salud.

La alimentación saludable es uno de los principales pilares para una vida sana, ¡cuídate y entrégale la importancia que merece!

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