Martín Bonet sufrió un shock cuando, hace poco más de un año, le diagnosticaron cáncer de pulmón. Ni él ni su mujer podían creerlo, en general era una persona que no se enfermaba mucho. Trabajó como tripulante de cabina durante 43 años, gracias a lo cual pudo conocer el mundo. “Tengo los problemas propios de mi edad, 77 años, pero nunca hubo un indicio de algo tan serio”, dice.