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¿Cómo detectar a tiempo un cáncer de colon?
A partir de los cincuenta años, todas las personas debieran realizarse una colonoscopía. Este es el principal examen para diagnosticar y/o tratar esta patología.
De acuerdo a cifras del Anuario de Estadísticas Vitales del INE (Instituto Nacional de Estadísticas), el año 2014 fallecieron 2.427 personas por cáncer colorectal, cifra que en los últimos quince años se ha duplicado. Se estima –de acuerdo a cifras internacionales- que en países desarrollados una de cada 22 personas tendrá cáncer colorectal durante su vida”.
El cáncer de colon puede demorar alrededor de diez años en presentarse. Antes de ocasionar síntomas, la mayoría se origina a partir de un pólipo. Por lo tanto, hay tiempo suficiente para detectarlo, resecarlo mediante una endoscopía y evitar el desarrollo de la enfermedad.
El cirujano digestivo del Instituto Oncológico FALP, Dr. Roberto Charles, explica que cuando el tumor no ha crecido más allá de la capa interna (mucosa) del colon y no se ha propagado a los ganglios linfáticos adyacentes, ni a sitios distantes, existe más de un 90% de posibilidad de curación. Además, en casos algo más avanzados, es posible realizar una cirugía mínimamente invasiva, ya sea por vía laparoscópica o robótica.
ESTADO 0
Las células se encuentran en la parte más superficial de la mucosa.
ESTADO I
El tumor afecta a la pared del colon, sin traspasar la mucosa. No hay afectación glanglionar.
ESTADO II
Infiltración de todas las capas del colon o recto. No hay afectación ganglionar. Puede invadir órganos cercanos.
ESTADO III
Invasión de órganos cercanos y ganglios linfáticos.
ESTADO IV
Diseminación a órganos (hígado, pulmón, huesos).
Es importante tener en cuenta que existen factores de riesgo modificables, tales como el sedentarismo, los malos hábitos alimenticios, el alto consumo de carnes rojas y procesadas, junto con la escasa ingesta de fibra; el tabaco, el alcohol. Y por supuesto a la obesidad.
En el año 2003, cuando se realizó la primera Encuesta Nacional de Salud (ENS), el 61% de la población mayor de 17 años tenía exceso de peso, es decir, sufría sobrepeso, obesidad o eran obesos mórbidos. Este último grupo representaba al 1,3% de la población, unas 148 mil personas. Catorce años después, según la ENS 2016-2017, dada a conocer en diciembre del año pasado, el 74% de los chilenos tiene exceso de peso. “Esto podría explicar, junto al envejecimiento de la población, el gran aumento de cáncer colorectal en los chilenos”.
Atención con la carga genética
El Dr. Charles advierte que además de los factores de riesgo modificables, existen aquellos relacionados con los antecedentes de cáncer en la familia. “Si un paciente tiene familiares de primer grado que han sido diagnosticados de cáncer colorectal o pólipos debe realizarse una colonoscopía antes de los cincuenta años y/o diez años antes de la edad de presentación del cáncer. “Por ejemplo, si el padre tuvo cáncer de colon a los cincuenta y cinco años, sus hijos y hermanos deberán realizarse una colonoscopía a los cuarenta y cinco. Mientras más joven el familiar de primer grado presentó la enfermedad, hay mayor fundamento para estimar que hay una carga genética”.
Es posible que las personas con marcados antecedentes familiares de cáncer colorectal deseen saber tienen predisposición genética, por lo que FALP cuenta con la Unidad de Asesoramiento Genético Oncológico, en la cual especialistas del área entrevistan al paciente y determinan si hay necesidad de hacer estudios genéticos.
Tratamiento de avanzada
El abordaje en FALP de los casos de cáncer colorectal metastásico se revisa caso a caso en un Comité Oncológico, en cual participan profesionales de todas las especialidades oncológicas. En cada paciente, se diseña una estrategia de tratamiento, que incluye cirugías y distintas líneas de quimioterapia.
Por ejemplo, en el cáncer de colon con compromiso peritoneal (carcinomatosis), es posible realizar tratamiento quirúrgico de citoreducción (extracción del tumor y las metástasis peritoneales) y luego HIPEC (Hyperthermic Intraperitoneal Chemotherapy) , que es quimioterapia administrada dentro del abdomen a alta temperatura, durante la cirugía. Esto con el fin de destruir las células microscópicas que puedan permanecer después de la resección.
En el caso de metástasis hepáticas originadas en un cáncer colorectal, se analizan los pacientes que son candidatos a resecciones hepáticas, en una o dos cirugías. Estos tratamientos se alternan con quimioterapia y en algunos casos con radioterapia avanzada.