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Biobancos: indispensables para el desarrollo de la medicina
El Biobanco de FALP colabora con diversas investigaciones de relevancia para la población chilena.
Hace poco más de una década, en 2009, la revista “Time” definía a los biobancos como una de las ideas “que están cambiando el mundo”. Estas entidades se dedican a formar y conservar colecciones de muestras biológicas de distinta naturaleza —tejidos, sangre, fluidos corporales y células— que son requeridas por la gran mayoría de las investigaciones científicas, por lo que se transforman en herramientas clave para el estudio, diagnóstico y tratamiento de las enfermedades.
FALP inauguró su Biobanco afines de 2019, “en el marco de un impulso institucional para favorecer la investigación científica”, explica la Dra. Carolina Selman, subdirectora de Unidades de Diagnóstico y directora del Biobanco de FALP.
La especialista destaca que el Biobanco de FALP funciona con estrictos y sofisticados protocolos de calidad y seguridad: “Trabajamos con altos estándares, que se ajustan a guías internacionales, lo que nos permite prestar servicios a la investigación, el diagnóstico y el área farmacéutica, además de colaborar con estudios internacionales”.
Así, por ejemplo, durante el último año, esta entidad ha sido parte de los esfuerzos para el manejo de la pandemia de Covid mediante dos vías: almacenando plasma convaleciente de más de 800 pacientes recuperados, el que se usa para estudios a nivel nacional sobre esta enfermedad; y conservando muestras de participantes voluntarios en estudios de la industria farmacéutica relacionados con la elaboración de vacunas.
Como apoyo a la investigación de enfermedades oncológicas, el Biobanco de FALP almacena muestras de tejidos que se utilizan para estudiar el riesgo de desarrollar cáncer gástrico —una de las principales causas de muerte por cáncer en nuestro país—, las que son tomadas mediante endoscopía a pacientes voluntarios asintomáticos.
CÁNCER DE VESÍCULA
Un proyecto de especial relevancia al que asiste el Biobanco de FALP es EULAT Eradicate GBC, una colaboración internacional liderada por la Universidad de Heidelberg, en Alemania, cuyo objetivo final es mejorar la prevención, diagnóstico temprano y tratamiento de enfermedades de la vesícula biliar, principalmente el cáncer de vesícula.
“Quisimos participar en un proyecto como este porque los cálculos biliares y el cáncer de vesícula son más frecuentes en lugares como Chile, Perú y Bolivia que en el resto del mundo, por lo que atañe específicamente a nuestra población”, explica la Dra. Olga Barajas, oncólogo médico y una de las coinvestigadoras de FALP en este trabajo, junto con la Dra. Selman y el Dr. Sebastián Hoefler, jefe del Equipo de Cirugía Digestiva Oncológica.“Reunimos datos clínicos de personas que han presentado esta enfermedad en las diferentes etapas y recolectamos sus muestras, ya sea de sangre, saliva, orina o heces. Las personas que donan sus muestras están aportando a la ciencia”.
Ya sea en relación a este proyecto o a cualquier otro, el papel de los pacientes es primordial para que la labor de un biobanco sea exitosa. Su aporte es realizado de manera voluntaria, informada y confidencial. “La donación es un gesto altruista máximo, porque los resultados de los estudios favorecen no sólo a una persona, sino que a la población chilena en general, que es genéticamente distinta de otras”, afirma la Dra. Carolina Selman.
¿CÓMO FUNCIONA?
El médico tratante explica al paciente cómo se produce la donación de muestras y los pasos que debe seguir.
Luego de firmar un Consentimiento Informado, el paciente dona al Biobanco algún tipo de muestra biológica obtenida durante una atención.
La muestra se conserva a temperaturas inferiores a los -80 grados centígrados en el Biobanco.
La muestra y los datos asociados quedan a disposición de los investigadores que estudian el cáncer, cuyo trabajo ayuda a desarrollar nuevos y mejores tratamientos.