31 de marzo Día Mundial contra el cáncer de colon
El cáncer de colon demora muchos años en desarrollarse, antes de presentar síntomas. La mayoría se origina en tejidos anormales o pólipos. Un tipo especial, llamado adenoma es la principal causa y por lo tanto, un gran esfuerzo debe ser aplicado en la detección y extirpación colonoscópica de estas lesiones.
Desafortunadamente, una gran proporción se diagnostica en forma metastásica, es decir, cuando están afectados órganos sólidos, como el hígado, o la superficie peritoneal. Cuando una persona llega al diagnóstico en estadíos avanzados de la enfermedad, reduce sus chances de sobrevida en forma significativa, pero debido a que existe un amplio espectro de situaciones, es dificil incluir a todos los pacientes con enfermedad metastásica en el mismo grupo y, por lo tanto, es importante que cada paciente sea evaluado por un equipo médico con experiencia en el tratamiento de esta enfermedad.
“Hasta hace algunos años, los pacientes sólo podían recibir tratamientos paliativos. Afortunadamente, la especialización en técnicas quirúrgicas complejas, el desarrollo de nuevos esquemas de quimioterapia, y el trabajo multidisciplinario permiten hoy tratar a esos pacientes con mayores posibilidades”, explica el Dr. Jean Michel Butte, jefe de cirugía digestiva de Instituto Oncológico FALP.
El tratamiento óptimo hoy día es la cirugía de citorreducción (extracción del tumor y las metástasis peritoneales) más la aplicación de quimioterapia intraabdominal, ya que mejora la sobrevida en comparación con los clásicos tratamientos paliativos, en pacientes seleccionados. “Quienes son diagnosticados con enfermedad avanzada deben ser evaluados por un cirujano oncólogo con entrenamiento en esta patología, en cirugía de hígado y en el tratamiento de las metástasis peritoneales, con el fin de darle al paciente la máxima posibilidad al momento de definir un tratamiento”, enfatiza el Dr. Butte.
Cuando se detecta a tiempo
El Dr. Butte señala que el diagnóstico se efectúa por un examen de colonoscopía y biopsias. Luego se solicitan exámenes de etapificación para definir en qué estado de avance está el tumor y qué tratamiento realizar.
Depende de la etapa en que sea diagnosticado, el tratamiento de elección en la mayoría de los pacientes es la cirugía que busca extraer, ya sea parcial o totalmente el colon. En general se extrae la zona afectada por el tumor en conjunto con los ganglios linfáticos regionales, dependiendo de la ubicación y extensión del tumor.
Si se pesquisa por endoscopía un cáncer pequeño, se puede realizar una cirugía endoscópica llamada mucosectomía, que consiste en quitar el trozo de mucosa con cáncer, sin sacar el colon.
Los síntomas y signos de alarma son sangrado rectal, sangre en heces (roja o negra), cambio en el ritmo evacuatorio (diarrea y/o constipación), cambio en la forma de las heces (por ejemplo, materia fecal delgada como un lápiz), malestar en las deposiciones o sensación de urgencia evacuatoria, dolores cólicos en la parte baja del abdomen, pérdida de peso sin motivo, fatiga constante, anemia, palidez, masa palpable en el abdomen.
Conocer los factores de riesgo y síntomas, así como incorporar hábitos saludables es importante para contribuir a la prevención. “En nuestro país, el 90% de los casos los cánceres de colon y recto se presentan después de los 50 años, y gran parte de los pacientes sintomáticos tienen entre 60 y 70 años. La mayoría está asociada a pólipos que pasan de adenoma a adenocarcinoma y a una dieta rica en grasas. Es importante controlarse a tiempo con un test de sangre oculta, tacto rectal y la colonoscopía, que es el examen más completo”.
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