Radiología intervencional: qué es y cuáles son sus beneficios

Consiste en el uso de técnicas de imagen para guiar procedimientos, diagnósticos o terapéuticos, de una manera segura, más simple y rápida.

El uso de diferentes tipos de imágenes -como ecografías o scanners- es una herramienta regular en el ámbito del diagnóstico de enfermedades. Pero, para los pacientes con cáncer, el alcance de estos recursos puede ser incluso mayor, al facilitar, simultáneamente, otro tipo de intervenciones claves para el manejo de la enfermedad.

“La radiología intervencional es el uso de técnicas de imagen para guiar procedimientos que pueden ser diagnósticos o terapéuticos, de una manera segura, más simple y rápida si se les compara con otros tratamientos, como puede ser una cirugía”, explica el Dr. Rodrigo Bazaes, jefe de la Unidad de Imagenología de FALP. “Esto involucra importantes beneficios para los pacientes, en términos de que se acortan los periodos de hospitalización -que pueden reducirse de 5 a 1 o 2 días- y de recuperación, al no haber cicatrices quirúrgicas”, agrega.

El especialista comenta que esta rama de la imagenología tiene una larga historia desde su inicio con estudios diagnósticos, convirtiéndose en una alternativa a los procedimientos quirúrgicos para realizar biopsias: “Usando la ecografía como guía, y mediante una aguja rígida, podemos penetrar el tejido para ir de manera dirigida al lugar que se desea estudiar, obteniendo tejido tumoral y evitando dañar otras estructuras. Esto ya está establecido de manera rutinaria en el área de cáncer de mama y de tiroides. En las últimas décadas se ha avanzado en este tipo de procedimientos, pudiendo acceder a estructuras un poco más profundas gracias al uso de la tomografía computada -o scanner- y de resonancia magnética”.

Sin embargo, es el capítulo referido a procedimientos terapéuticos, de más reciente desarrollo, el que representa mayores novedades en el ámbito de la radiología intervencional, cuenta el Dr. Bazaes. Esto hace posible tratar el cáncer con técnicas de ablación -que “queman” el tumor- o que ayudan a optimizar los resultados de otras terapias, “logrando un tratamiento específico sobre el lecho tumoral”.

En la definición de la línea de tratamiento de un paciente debe participar un equipo multidisciplinario de especialistas, que es el que determina que la radiología intervencional constituye la terapia más adecuada para esa persona en particular.

“El abanico de procedimientos disponibles requiere de especialistas en los diferentes tipos de imágenes. Su realización está a cargo de un equipo multidisciplinario de profesionales que incluye al radiólogo intervencional, una enfermera, un tecnólogo médico, TENS y anestesiólogo en la mayoría de las ocasiones, todos con conocimientos específicos en el área. En FALP tenemos las condiciones para utilizar la gama completa de herramientas de radiología intervencional, abriendo a los pacientes las posibilidades de tratamiento para su enfermedad”, destaca el Dr. Bazaes.

Objetivos:

  1. Terapia definitiva. Es una alternativa para tratar lesiones que no es posible abordar con otro tipo de terapias.
  2. Terapia puente. Ofrece la posibilidad de optimizar resultados de una terapia definitiva o extender el periodo de tiempo hasta que esta se realice.
  3. Manejo paliativo. Permite alivio del dolor (actuando sobre nervios que lo producen) o realizar drenaje en casos de acumulación de líquido en el tórax o en el abdomen.
  4. Manejo de complicaciones quirúrgicas. Especialmente sangrados posquirúrgicos, que se controlan bloqueando arterias por vía endovascular.

Técnicas de imagen:

Ecografía (ultrasonido)

Resonancia magnética

Tomografía computada (TAC o scanner)

Angiografía

Procedimientos:

JUNTOS DIGITAL

Noticia siguiente
"
Gire su dispositivo móvil Estimado usuario, nuestro sitio ha sido oprimizado para una visualización vertical. Gire su dispositivo y siga navegando.