Los adultos mayores deben consultar ante molestias y no atribuirlas a la edad

La normalización de los síntomas puede retardar el diagnóstico de una enfermedad oncológica.

Existe con los adultos mayores una tendencia a creer que cualquier dolencia que presenten es una condición normal debida a los años. Los geriatras de FALP le llaman “cultura del viejismo” y resulta ser tremendamente nociva, ya que lleva a no consultar a tiempo por síntomas que podrían deberse a un cáncer, enfermedad cuyo principal factor de riesgo es, precisamente, la edad.

“Se cree que las personas, por ser mayores, tienen que ser sordas, sufrir incontinencia, problemas de memoria o para dormir, tener caídas frecuentes; cosas que hemos asimilado como propias del envejecer y que no son tales. Los síntomas de patologías oncológicas muchas veces son inespecíficos y se debe considerar que los mayores de 65 años tienen un aumento de 11 veces en la incidencia de cáncer”, plantea el Dr. Rubén Soto, oncogeriatra de FALP.

En el último año, la pandemia de Covid vino a agudizar la falta de asistencia a consultas médicas de los adultos mayores, al tener más riesgo de enfermar gravemente en caso de contagio con el virus. Así, se produjo un impacto en el tratamiento de sus enfermedades, pero también emocional, funcional y en su autovalencia.

En este contexto, el sistema de consultas por telemedicina ha representado una herramienta muy útil para no postergar el cuidado de su salud, permitiendo primeras consultas o controles -instancias en que se evalúa si requieren una atención presencial-, o solicitarles exámenes. “Para muchos pacientes ha significado un desafío, pero en esos casos el apoyo de su entorno familiar y social es fundamental”, afirma Rocío Quilodrán, oncogeriatra de FALP.

Hoy, el llamado es a mantener los cuidados relativos a la pandemia, pero también a tomar las acciones necesarias para, en la eventualidad de un cáncer, poder diagnosticarlo a tiempo y favorecer así las posibilidades de tratamiento y su pronóstico. “Sobre los 60 años, las personas deberían tener un control regular, ya sea preventivo o de tratamiento con geriatría”, explica el Dr. Soto.

EVALUACIÓN INTEGRAL

Los adultos mayores son un grupo heterogéneo, donde personas de la misma edad pueden encontrarse en muy distintas condiciones. Por esto, la Valoración Geriátrica Integral (VGI) es una herramienta fundamental para evaluar a los pacientes que deberán iniciar un tratamiento oncológico. Esta incluye aspectos biomédicos clásicos -como las enfermedades del paciente, medicamentos que toma, alergias-, y otros como funcionalidad, cognición, ánimo o apetito.

“Debemos hacer propuestas de terapia que sean acordes a la capacidad física del paciente, su medio social, sus patologías, su cognición, su familia. En suma, ofrecerles un tratamiento personalizado”, finaliza la Dra. Quilodrán.

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