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Tecnología en la preparación de quimioterapia: más calidad y seguridad para los pacientes
El robot Apoteca Chemo, único en Latinoamérica, garantiza los más altos estándares de elaboración posibles.
Uno de los pilares en el tratamiento del cáncer es la quimioterapia, que consiste en la administración de medicamentos que tienen la capacidad de reducir o eliminar las células malignas del organismo. Para cada paciente debe elaborarse una quimioterapia de forma particular, según la indicación de su oncólogo tratante.
“El paciente debe recibir exactamente lo que se le prescribió, preparado en condiciones ambientales adecuadas. En las drogas oncológicas, pequeñas variaciones en las dosis van a determinar que tengan un efecto terapéutico o tóxico. Una leve diferencia puede hacer que el paciente tolere la quimioterapia o no la pueda seguir usando, y que ésta tenga o no el efecto deseado”, explica Paola Salinas, Subgerente de Servicios Farmacéuticos de FALP.
Lo anterior, más la naturaleza propia de los medicamentos oncológicos —actúan tanto sobre células tumorales como sanas, lo que puede revestir un riesgo para el operador que las manipula—, generó la necesidad de reglamentar las condiciones en que deben producirse las quimioterapias.
“Tienen que realizarse en ambientes asépticos y que impiden la filtración de sustancias peligrosas hacia el exterior. Hoy la práctica estándar es hacerlo mediante producción manual y utilizando cabinas de bioseguridad: cuando llega una prescripción médica de quimioterapia, el operador debe seleccionar los materiales, fraccionar el volumen que corresponde a la dosis del paciente, ponerlo en un contenedor, asegurarse de que el suero en que se diluye la droga sea el correcto y etiquetar”, explica.
Sin embargo, con el objetivo de aumentar los niveles de calidad y de seguridad —tanto para el paciente como para los operadores—, hace algunos años comenzaron a desarrollarse sistemas automatizados para la producción de preparados oncológicos: “En general, los lugares cuentan con esta tecnología son centros especializados en oncología, en países como Italia, Alemania, España, Inglaterra y Estados Unidos. En Latinoamérica, FALP es la única institución que cuenta con un sistema automatizado para preparación de quimioterapia, llamado Apoteca Chemo”.
Apoteca Chemo es un robot que, gracias a un avanzado software, realiza todo ese proceso de preparación de quimioterapia de acuerdo a la indicación ordenada por el médico y validada por el químico farmacéutico, alcanzando niveles de exactitud en las dosis difíciles de conseguir con la elaboración manual.
“Con este sistema, nuestra capacidad productiva puede crecer de un 30% a 40% de forma sana, sin exponer más a los trabajadores. Y a nuestros pacientes les aseguramos que van a recibir un producto con el estándar de calidad más alto con que se puede realizar ese preparado”, finaliza.
Producción automatizada de quimioterapia con el robot Apoteca Chemo
1. Validación orden médica: el químico farmacéutico recibe, procesa y valida la indicación médica, y ordena al robot la preparación que debe realizar.
2. Ingreso de materiales: el sistema informa al operador qué materiales debe incorporar para hacer la preparación y comienza a trabajar utilizando su brazo robótico.
3. Visión artificial: el robot verifica que los materiales ingresados sean los correctos. Lo hace mediante comparación con una base fotográfica previamente cargada de información de los productos, como vial (frasco), fabricante y concentración.
4. Control gravimétrico: el robot verifica que la dosis sea la correcta chequeando la diferencia entre el peso inicial del producto y después de retirar la dosis indicada, asegurando un alto grado de exactitud.
5. Conclusión: el robot avisa que finalizó la preparación y emite etiqueta con datos del paciente y de la preparación. Operador etiqueta y escanea.
6. Empaque y traslado: el producto está en condiciones de ser administrado al paciente.
7. Eliminación automática de desechos: son depositados en un contenedor interno que el robot sella antes de ser retirado.