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Cecilia Dockendorff: “Los especialistas de FALP me devolvieron la vida”
Cerca de ocho meses esperó la socióloga Cecilia Dockendorff para ir al médico por molestias que sentía al tragar. Cuando se decidió, porque ya era visible un ganglio inflamado en el cuello, le diagnosticaron un tumor. no era benigno. Rápidamente se contactó con un médico de confianza y él fue tajante: ‘anda inmediatamente a la Fundación Arturo López Pérez’.
Fue en ese momento cuando recordó que hacía más de siete años se había afiliado al Convenio Oncológico. “Cuando me lo propuso una ejecutiva, le dije “en mi familia ha habido poco cáncer. Yo no me voy a enfermar de eso”. Y ella me respondió: “Es un convenio solidario. Si usted no lo utiliza, otra persona sí podrá acceder a un tratamiento especializado cuando lo necesite”. Sin dudarlo, me inscribí”.
El Comité Oncológico de FALP optó por quimioterapia y radioterapia. Se utilizó la última tecnología disponible y posterior a la terapia con radiación, Cecilia recibió el apoyo de un equipo multidisciplinario compuesto por fonoaudiólogo, nutricionista y psicóloga. “Si no hubiese sido por la empatía y asertividad del equipo médico y no médico, probablemente no estaría tan recuperada.”
En paralelo, Cecilia también se apoya en Medicina Integrativa de FALP. Asiste una vez a la semana a clases de yoga y pronto se integrará a Pilates. “Quienes hemos trabajado toda la vida con el intelecto, dejamos de lado la conexión entre la mente y el cuerpo, y en eso el yoga ha sido fundamental para permitirme estar atenta a las emociones negativas y a manejar el estrés, los cuales colaboran a exacerbar el dolor. Me gusta la FALP, porque realizan un trabajo integral con los enfermos de cáncer y me da la seguridad de que no se está lucrando con mi salud. Si hay que esperar media o una hora para que me atiendan, lo hago con gusto. Junto con ser un centro de excelencia es un lugar democrático, y para quienes somos parte de un sector medio no privilegiado, eso es muy significativo”.