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Cirugía robótica: tratamiento para pacientes de cáncer renal que hoy puede ser ambulatorio
Esta intervención segura y mínimamente invasiva, realizada con la asistencia del robot Da Vinci, permite una rápida recuperación y estadías hospitalarias más breves. Algunos de los pacientes incluso pueden ser dados de alta el mismo día de la operación.
En junio se conmemora el Día Mundial del Cáncer Renal, que busca crear conciencia sobre esta enfermedad. En Chile, cada año son diagnosticados más de dos mil nuevos pacientes, muchos de los cuales no alcanzan a presentar los síntomas propios de la patología, sino que la descubren debido a la realización de exámenes indicados por otras razones.
Así sucedió con Medardo San Cristóbal, quien inicialmente acudió al médico por un dolor abdominal, pero, tras consultas con especialistas y pruebas de imágenes, descubrió un cáncer. Comenzó entonces a averiguar sobre sus opciones de tratamiento, y la primera que se le planteó fue una cirugía abierta para extirpar completamente su riñón izquierdo. Luego consultó en FALP, donde cuenta con la cobertura del Convenio Oncológico Fondo Solidario, y se encontró con una posibilidad totalmente distinta: realizarse una cirugía robótica, mínimamente invasiva y que permitiría conservar prácticamente la mitad del órgano.
El Dr. Jorge Díaz, jefe del Equipo de Cirugía Urológica de FALP, explica que existen diferentes técnicas quirúrgicas para tratar la enfermedad: nefrectomía radical (extirpación completa del riñón) o parcial, las que pueden realizarse de manera abierta, laparoscópica o robótica. A partir del análisis de las características del tumor, el equipo de especialistas determina cuál es la más adecuada para el paciente.
“Cuando los tumores son más grandes, es necesario extirpar todo el riñón, pero hoy la gran mayoría se detecta en etapas tempranas, cuando son lesiones más pequeñas, lo que permite remover solo una porción del órgano. Y eso ha ido migrando desde la realización de cirugías radicales abiertas a la realidad actual en que, en el caso de FALP, la mayor parte son operaciones renales parciales que se hacen con la asistencia del robot Da Vinci”.
En la cirugía robótica con Da Vinci, el cirujano opera a través de varios pequeños orificios —en vez de una incisión de mayor tamaño— de manera más precisa y segura, otorgando una serie de ventajas al paciente.
“Las cirugías abiertas implicaban hospitalizaciones prolongadas, de al menos 5 días, dolor post operatorio y una recuperación más lenta. Gracias a la cirugía robótica, una intervención que es compleja se puede realizar de manera mínimamente invasiva, con baja tasa de complicaciones. Incluso, gracias a la gran experiencia acumulada en esta técnica, la hemos podido transformar en un procedimiento ambulatorio para tratar casos seleccionados”, afirma el especialista.
Medardo es uno de estos pacientes. “Después de confirmar que había evolucionado bien, me dieron el alta el mismo día de la cirugía. Fue increíble, no parecía que me hubiera operado”, cuenta.
El Dr. Díaz comenta que en el mundo —especialmente Francia y Estados Unidos—, desde hace algunos años ya se viene realizando esta intervención de manera ambulatoria, lo que ha recibido un impulso en el último tiempo debido a la pandemia: “Que FALP realice esto de manera pionera en Chile nos pone a la vanguardia en la búsqueda de mejoras para los pacientes y el sistema de salud”.
MÁS HOMBRES
El cáncer renal afecta más a hombres que mujeres, y está asociado a factores de riesgo como la hipertensión, el tabaquismo y la obesidad. “Históricamente, ha sido más común después de la quinta o sexta década de vida, pero ahora estamos viendo pacientes cada vez más jóvenes con tumores renales, incluso de treinta y tantos años. Es una tendencia observada en la práctica clínica”, advierte el Dr. Jorge Díaz.
Los síntomas son dolor lumbar o en el flanco, la aparición de una masa palpable y hematuria (sangrado en la orina). Sin embargo, dice el especialista, cada vez son más los pacientes que consultan por el hallazgo incidental de un tumor renal en estudios de imágenes, realizados ya sea por un control de salud o un dolor abdominal, por ejemplo.
“Esto hace que la enfermedad se encuentre en etapas más precoces, lo que mejora el pronóstico —la tasa de curación es del 95%— y permite tratamientos como la cirugía parcial. Cuando el cáncer está avanzado y ha hecho metástasis, la quimioterapia juega un importante rol con la terapia antiangiogénica, que inhibe la formación de vasos sanguíneos que alimentan al tumor. En los últimos años, la inmunoterapia ha conducido a buenos resultados”.